Amados (as) Cooperativistas:
Priorizar la Solidaridad con Valores y Principios Cooperativos.
Congratulamos a la Dirección Social, Colaboradores Internos y Asociados (as) de COOP-ASPIRE por la dimensión de certera espiritualidad que imprime en su Asamblea Virtual al Acto Cooperativo.
Hoy hay que gestionar estratégicamente la circunstancia debido al factor de cambio sobrevenido por los estragos del COVID-19 y desde las Cooperativas replantearnos metas claras, objetivos precisos y decisiones de calidad para vencer la curva del miedo y adoptar procesos enaltecedores de la bondad humana.
Ante el impacto social, económico, financiero y, sobre todo, a la fuerza del trabajo, es necesario diseñar al interior de cada Cooperativa un Plan de Acción a mediano y corto plazo en donde sean incorporadas nuevas herramientas que permitan a las Cooperativas, a sus dirigentes, a su Capital de Gestión Humana Operativo y a sus asociados (as) reinventarse: para habilitar con firmes propósitos la vida productiva en medio de una escasa vida social; y salir a flote con fuertes bríos en medio de las limitaciones, las cuales no pueden detener ni doblegar la energía ni la inspiración para superar el miedo, vencer la apatía y con resiliencia cuidar la salud y la economía con la innovación.
Desde el CONACOOP propiciamos acciones para reponer el valor destruido, construyendo con amor y esfuerzo el valor de la gestión económica, en la gestión empresarial; auspiciando así medidas que permitan devolver el entusiasmo a nuestros microempresarios, restaurar el ecosistema del emprendimiento local para paulatinamente rescatar paso a paso el 80% de los empleos que se generan para el desarrollo local y que hoy ha colapsado, pero con espíritu de trabajo, unidad en solidaria cooperación se puede recuperar con la disposición integral de la colectividad.
Reinventarse hacia dentro y hacia afuera, generando comunicación directa para que haya una visión consolidada de la economía colaborativa primaria con esencia solidaria desde la familia, desde los núcleos comunitarios; para asumir riesgos sin generar una cultura emocional que transgreda la cultura de la cadena de valor sostenible en la sinergia que solo produce un ser humano empoderado, la concertación para el mutuo desarrollo que solo edifica la sana voluntad humana y la confianza capaz de desafiar hasta la tiniebla para hacer con vocación de servicio la luz que sostenga el destino de la humanidad.
Hay que darle coherencia ética a la ayuda y a la esperanza para asegurar la conectividad de las Cooperativas con sus asociados (as), sea esencialmente, por medio de la tecnología; pero siempre dando a la Transformación Digital visión solidaria para ante una vulnerabilidad estratégica construir capacidad de respuesta para discernir lo bueno de lo mejor en medio de la pandemia, fortaleciendo los Valores y Principios Cooperativos y aprovechando las brechas de las amenazas o debilidades para forjar oportunidades que restablezcan nuevas posibilidades de tranquilidad en nuestras familias, reestructurando pequeños negocios, motivando retomar empleos sin renunciar a cuidar la salud propia y de nuestro entorno.
Hoy, estamos llamados a incorporar al interior de nuestras instituciones cooperativas una administración estratégica sustentable con visión solidaria y sistémica para impulsar y generar post COVID-19 negocios cooperativos integrales, con dimensión humana; sin perder la dimensión de empresarial de las Cooperativas en un nuevo escenario complejo donde hay que preparar una sosegada inteligencia emocional para con modelos de negocios cooperativos funcionales darle vigorosidad a la fuerza del trabajo digno y justo; pensando siempre que los indicadores de eficiencia, eficacia o dígase productividad o rendimiento hoy agregan valor para sobrevivir a la crisis, más que agregar valor de rentabilidad ante los riesgos emergentes.
Lic. Jorge Eligio Mendez
Presidente en funciones del CONACOOP